+34 630 674 914 - +34 669 755 822 info@guiasoficialesturismoaragon.es
Seleccionar página

En España, país rico en refranes, hay uno que dice “sólo te acuerdas de Santa Bárbara cuando truena”. Algo así pasó la hace unas semanas, cuando medios nacionales y locales se hicieron eco de la publicación de la lista que elabora anualmente la  “World Monuments Found”, de los 25 enclaves históricos del mundo en riesgo de desaparecer.  En esta lista aparece entre otros, las ruinas del pueblo viejo de Belchite.

Durante unos días, como ya hemos comentado, raro fue el medio nacional y local que no se hizo eco de la noticia.  Unas semanas más tarde, silencio absoluto.  La actualidad y la inmediatez de la noticia ha vuelto a dejar a Belchite en el olvido.

Belchite es uno de esos lugares que todos deberíamos visitar una vez en la vida, para aprender de nuestra historia e intentar no volver a cometer los errores del pasado.

En el año 1936, Belchite tenía alrededor de 3.800 habitantes, era un pueblo con casas-palacio renacentistas que se distribuían sobre todo a lo largo de la calle mayor. Destacaba entre otros pueblos de la provincia de Zaragoza, por la producción de un aceite de calidad excelente  El 18 de julio de ese año, tuvo lugar la sublevación nacional y el pueblo es tomado a la fuerza, quedando bajo el dominio de las tropas contrarias a la república Española.

En agosto de 1937, Belchite sufrió uno de los más sangrientos ataques de la guerra civil española en Aragón,  ya que el ejercito republicano en su intento de llegar a Zaragoza, sitió el pueblo y lo bombardeó con aviones, hasta que 14 días más tarde consiguió rendir la localidad.  El resultado fue un pueblo en ruinas, familias devastadas y separadas para siempre y más de 5.000 muertos entre combatientes de ambos bandos y población civil.

Una vez acabada la guerra, la pesadilla de Belchite continuó, con la prohibición expresa del General Franco de reconstruir el pueblo viejo.  En lugar de la reconstrucción se optó por construir un pueblo nuevo, justo al lado, en el cual las personas más mayores de la localidad se negaban a vivir, ya que ellos  querían era volver a sus casas, el lugar donde muchas de estas personas habían nacido y donde permanecían los recuerdos de familiares a las que por desgracia perdieron en esa guerra.  Aún así, hasta 1964 hubo personas que continuaron viviendo en sus casas destruidas, en condiciones muy duras, hasta el momento en que se decreta la obligación de abandono total del pueblo viejo de Belchite.  Cuentan los más ancianos del lugar, que hubo familias que tuvieron que ser desalojados a la fuerza, ante la negativa a salir de sus casas.

Durante años el pueblo viejo de Belchite fue languideciendo sin ningún tipo de protección, hasta que hace unos 20 años, se cerró el acceso libre y se comenzaron a realizar visitas guiadas, las cuales realizan los nietos de aquellos que vivieron la guerra y que ponen voz a quienes ya no están para contarnos lo que ocurrió durante esos años tan tristes. 

Belchite es el ejemplo de lo que nunca más debería pasar en ningún lugar del mundo, y que desgraciadamente sigue pasando.  La visita a este lugar debería ser obligada para todos los estudiantes de Aragón, también para adultos, por supuesto.  Para eso hay que actuar y mantener las ruinas que quedan actualmente.  De nada sirve, dentro de un tiempo volver a salir en las noticias, como uno de los lugares del mundo en riesgo de desaparecer, las instituciones deberían actuar y asegurar la continuidad del pueblo viejo.

Quiero acabar este blog con una frase para recordar, “el pueblo que olvida su historia está condenado a repetirla”.  Ojalá un día, esta frase no sea necesaria repetirla y que todos hayamos aprendido algo después de visitar el pueblo viejo de Belchite.

Nuria Castiella

Guía oficial Turismo Aragón